Cultural e históricamente la prostitución ha existido, pero aun hoy en día en muchos países no se ve con buenos ojos que una mujer que diga que es prostituta de forma abierta.

La prostitución en Argentina es un tema realmente polémico en el que dos fuerzas opuestas siempre chocan estando a favor o en contra. En los tiempos actuales, se está en debate de si debe legalizarse la prostitución porque tendría muchos beneficios por unos, pero consecuencias realmente impactantes para otros.

Si tomamos únicamente la postura o la perspectiva de que la prostitución sea aceptada en la sociedad y las trabajadoras sexuales posean derechos humanos, poco a poco debería verse esta práctica o trabajo como algo más normalizado.

¿Qué son los derechos humanos y cómo se mezclan con la prostitución?

Podremos definir o expresar que los derechos humanos son todos aquellos fundamentos que permiten a la persona alcanzar su plena auto realización de manera digna.

Si te preguntas en cómo puede ligarse esto con la prostitución o con las trabajadoras sexuales todo se basa en el siguiente argumento:

Hoy en día, muchas son las mujeres que deciden trabajar como prostitutas por voluntad propia y no es porque sean obligadas a eso, más bien son muchas a las que si les interesa ganarse la vida de esta manera. Habiendo una clara diferente entre lo que hace un proxeneta y  la violación de los derechos humanos de una persona que obliga a otra a prostituirse.

En términos de la prostitución en Argentina la ley penaliza a los proxenetas que explotan sexualmente a otras mujeres, de igual manera como lo es hacia la trata de mujeres. Sin embargo no penaliza a las mujeres que deseen ofrecer su cuerpo por voluntad propia.

Pese a ello, esto no garantiza la protección a las mujeres que realicen esta práctica, ni tampoco castigaría a las personas que intenten violar los derechos humanos de las prostitutas como ciudadanas.

Si lo pensamos un poco, imagina la situación de una mujer que requiera dinero de algún modo y son forzadas a ir a trabajos convencionales no por que quieran; sino porque dentro de sus opciones es a lo que pueden aspirar pero dentro de estos mismos trabajos reciben los beneficios de la ley que protege sus derechos humanos; con la prostitución ocurre algo parecido, pero no existe marco legal que proteja los derechos de estas mujeres cuando existe un abuso.

La postura de la AMMAR

En Argentina se estableció un sindicato llamado la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), y nació como una propuesta para erradicar el asedio y la violencia de las mujeres que son trabajadoras sexuales y de la sociedad en general.

Este sindicato constantemente pelea porque se cree un marco legal que les permita a las prostitutas o trabajadoras sexuales, hacer sus actividades, como si de cualquier otro trabajo se tratase.

El objetivo de la AMMAR es que se establezcan límites para que la actividad que realice una trabajadora sexual autónoma sin mayores complicaciones, de modo que no se confunda con las leyes en contra de la trata de mujeres porque les ocasiona un daño colateral.

El trabajo Sexual Autónomo

Cuando una mujer opta por voluntad propia ofrecer y vender su cuerpo a cambio de dinero puede darse que ocasiones es bajo clandestinidad donde varias veces por las políticas institucionales son abusadas.

Constantemente sufren de allanamientos compulsivos, cierre de lugares que son fuentes laborales, donde incluso la policía llega a clausurar domicilios particulares de las trabajadoras sexuales. Lo que da pie a que ocurran robos de pertenencias, dinero y cualquier otro tipo de abuso.

Son las mismas políticas de anti proxenetismo mal expuestas las que no permiten diferenciar entre una trabajadora sexual autónoma y el mal que intentan detener. En cambio, si existiera un marco legal donde pudieran ampararse, y que se reconozca su actividad como un trabajo habría como defenderse.

Todas las trabajadoras sexuales son mayores de edad que por voluntad propia laburan o se ganan la vida de esta manera, sin embargo dada la mala situación económica que sufre el país actualmente en ocasiones tienen que llegar pagar a la policía para que las dejen trabajar tranquilas lo que merma gran parte de sus ganancias.

Es de conocimiento público las múltiples denuncias por parte de las trabajadoras sexuales autónomas sufren de violencia constitucional la cuales no son procesadas ni atendidas.

La sociedad y la prostitución

La prostitución en Argentina es un tema tabú, en gran medido porque no es un país progresista, donde hay prohibiciones a los matrimonios igualitarios. Una activista de AMMAR llamada Georgina Arellano comentó en plena emisión del noticiero de infobae que este tema es parecido a la legalización del aborto.

“Las mujeres deberían de decidir sobre su cuerpo, lo mismo pasa con nuestros clientes durante las horas de servicio como trabajadoras sexuales autónomas. Nosotras ponemos las reglas sobre lo que está permitido y lo que no.”

También recalcó la lucha que lleva años luchando AMMAR para que se haga la diferenciación de la trata de personas y el proxenetismo de  lo que es el trabajo sexual autónomo. Para ello, han propuesto que se haga una ley nacional que reconozca la actividad de la prostitución en Argentina como un trabajo.

¿A favor o en contra?

Este tema es realmente muy personal, donde las personas según su cultura, idealización y sus conocimientos serán las responsables de definir si es productivo o dañino que se hagan leyes que mejoren los derechos humanos de las trabajadoras sexuales.

Igual como sucede en otros temas polémicos, son decisiones que no puede tomarse a la ligera, legalizar la prostitución y hacer leyes solucionaría problemas y acarrearía otros, pero que sin dudas cambiaría la sociedad como la conocemos actualmente. Con un buen estudio y planteamientos claros, debería de existir un equilibrio y lograr lo que sea mejor para todas las partes.